¿Cómo se jura un documento?
Pautas para la elaboración de traducciones juradas
Una traducción jurada es una traducción que ha sido validada, sellada y firmada por un Traductor Jurado Oficial, como ya hemos visto en publicaciones anteriores. Es muy probable que tengas una idea del aspecto final del documento pero, ¿qué directrices se requiere seguir para considerar que ha sido jurado correctamente? ¿Existe alguna normativa que regule el sello y certificación de las traducciones juradas?
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (MAEUEC) es el organismo que fija la normativa de la que dependen estos documentos. El Real Decreto 724/2020, de 4 de agosto, que aprueba el Reglamento de la Oficina de Interpretación de Lenguas, estipula el contenido del sello y certificación oficiales, a la vez que establece los modelos que se han de reproducir. Asimismo, señala que las traducciones juradas deben incluir la firma, el sello y la certificación del traductor.
El sello se compone del nombre y apellidos del traductor jurado, el idioma o idiomas para los que haya sido habilitado por el MAEUEC y su número de registro. En cuanto a la certificación deberá ser la siguiente:
«Don/doña ……………….................................………..............…. (nombre y apellidos), Traductor Jurado de ………......................…. (idioma), en virtud de título otorgado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, certifica que la que antecede es traducción fiel y exacta al …………………… (lengua de destino) de un documento redactado en …...........................……. (lengua de origen).
En ………...................................…. (lugar), a ……...................………. (fecha).»
Como se ha mencionado, el MAEUEC indica los elementos que la traducción jurada ha de contener (firma, sello y certificación). Sin embargo, no especifica si deben aparecer en todas las páginas o solo en algunas. En Translator L&F, tras años de experiencia y viendo lo que nuestros clientes demandan, seguimos las convenciones usuales en la materia. Es decir, la traducción se entrega en papel de gramaje superior y el traductor firma y sella en la primera y en la última página. A continuación, estampa la certificación en la última hoja a modo de cierre. Para comprobar la autenticidad del documento original que ha dado pie a la traducción, este también debe entregarse sellado y fechado en todas sus páginas.
Todo este procedimiento es puramente analógico, pero tras la situación extraordinaria provocada por la COVID-19, las traducciones juradas pueden incluir la firma digital y su validez será exactamente la misma que si fuese a mano. Por lo tanto, el traductor deberá disponer de uno de los siguientes certificados electrónicos para poder usarla: el Certificado de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Persona Física o el Certificado Autofirma emitido por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
No obstante, aunque esto suponga un pequeño paso adelante hacia la digitalización, la firma electrónica no exime de la utilización del sello y la certificación tradicionales. Por este motivo, en Translator L&F, las traducciones juradas continúan llevándose a cabo mediante el proceso convencional. Eso sí, también ofrecemos la posibilidad de enviar una copia digital escaneada de la traducción para facilitar el tratamiento y traslado de la documentación.
La elaboración de traducciones juradas es un proceso riguroso que debe ajustarse a ciertos parámetros legales. Por lo tanto, si necesitas la traducción jurada de algún documento, cuenta con nosotros para llevarlo a cabo y tendrás la seguridad de que será válido para el trámite que lo exija.